Testimonios 2020

"Sensaciones de calor, vibración de las piernas al ponérmelo en las rodillas. Sensaciones de ir y venir desde y hacia un vacío. Luminosidades. Terminado el barrido, una sensación  corporal y mental exquisita de liviandad".

Lorena Contreras, pedagoga y aprendiz. Santiago

"Empecé a usar el Kurumi como almohada de apoyo del brazo mientras trabajo en el compu, ya que tengo una tendinitis y sentí un gran alivio del dolor".

Elizabeth, secretaria de una empresa en Buin.

"Estoy muy sorprendida con el cojín Kurumi, es muy potente y no imaginé nunca que el diseño tuviera la capacidad de autoregular las energías del sistema nervioso central".

Profesora alemana, experta en medicina cuántica y docente en una Universidad de La Serena.

"He aplicado el cojín a una persona con cáncer y fue increíble porque logró descansar, algo que nunca consigue en las sesiones. Y esta vez se relajó, se distendió y descansó mucho. También lo usé con una paciente que llegó  llorando, en crisis, muy desestablizada y tras la sesión, salió como nueva. Siento que el Kurumi funciona como un catalizador y potenciador de las terapias que aplico".

María José, Terapeuta de Pucón.

"Tenía dificultades para dormir, me costaba mucho dormirme y me despertaba varias veces en la noche. Con el cojín Kurumi sobre mi vientre, me duermo rápidamente y toda la noche de un tirón. Ha hecho una gran diferencia en mi descanso. Ahora lo uso siempre y no necesito ninguna pastilla"

Mireya, Rancagua.

"Yo probé el cojín Kurumi, ya que amanecía todos los días sin ánimo y sin energía. Me lo puse en los talones entre 3 a 5 minutos y después todo mi cuerpo sentía un cosquilleo como una corriente y una relajación extrema. Desde ahí hasta ahora, amanezco con más energía y sin dolores musculares en los pies. De verdad, estoy encantada con este cojín y lo uso ahora todos las noches".

Sra. consultante de La Serena

"Tenía problemas para ir al baño desde hace 4-5 años y desde que uso el cojín Kurumi me he ido normalizando en ese sentido y bastante rápido".

Macu, cuidadora de casas, Requínoa. 

"Usé el cojín para un fuerte dolor menstrual y sentí alivio"

Mujer joven de Paine.

"Tengo 40 años y les cuento que en mi cuerpo HABÍA muchas complicaciones: depresión, angustia, pena, rabia y también un dolor muy extremo en mi rodilla derecha. A parte soy obesa mórbida, por lo que me aplicaron tres cojines a la vez, uno en los pies, otro en las rodillas y el otro en la espalda, estando sentada en una silla. No cumplo ni una semana de haber ido a la terapia y mis cambios fueron en 360°. Aunque no lo crean, el dolor en mi rodilla derecha desapareció, me siento más liviana, más alegre, ya no siento esa pesadez en mi cuerpo, veo la vida distinto y eso que aún no empiezo a tomar mi suero marino. Esto es divino, obra de Dios. Mis cargas negativas y emocionales me tenían por completo bloqueada y ahora me siento mucho más feliz."

Nathaly de La Serena.